martes, 4 de octubre de 2011

Monstruo


Billy insistió en que todos debíamos cenar juntos aquello que yo había preparado y a pesar de que Leah había protestado y Jake se había molestado Billy logró persuadirme para que me quedara aunque lo único que yo quería hacer era irme a mi cuarto y llorar lo más rápido posible.
De todas las cosas que me pude haber esperado Leah no era una de ellas y el que Jacob le haya dicho “desde hace 2 años eres la única mujer que pisa esta casa” me lo había esperado menos, ¿acaso eran pareja? y si era así entonces ¿Qué mierda hacía yo aquí?
-  Nessie… Nessie  - me saco de mis pensamientos Billy

-  Oh lo siento, es que…

-  No tienes que explicarnos nada pequeña te ves  cansada y es normal que estés distraída, ha de haber sido un largo viaje ¿no? – Billy me sonrió de una forma tan sincera y amable que solo pudieron recordarme a un ser que amaba mucho y no veía hace tiempo “Charlie”

-  Si la verdad es que sí – respondí aún pensando en mi abuelo, la verdad es que si mi viaje para decirle a Jacob mis sentimientos fracasaba al menos podía recuperar mi antigua vida en Forks… claro que no sería la misma… no sin Jake

-  ¿a qué has venido? – soltó una furiosa Leah, era la primera palabra que decía en la cena

-  Pues… - empecé con miedo

-  ¡No le hables así! – llamo la atención Billy

-  Le hablo como quiero – contradijo ¿Jake no pensaba hacer nada? La verdad es que si Jake dejaba que me hable así a mi era una cosa pero ¿a su padre? – contesta! ¿a qué has venido?

-   Pues… ¡¡que mierda te importa!! – contesté sacando una sonrisa en los labios de Billy – y no le hables así a Billy, tu problema es conmigo – aclaré

-  Suficiente – por fin  hablo Jacob – Leah por favor… - la miró a los ojos mientras mi corazón se contraía de dolor – te llevaré a tu casa

-  No!!

-  Leah entiende…
-  Quiero hablar contigo – me señalo ignorando a Jacob

-  No – dijo rápidamente Billy

-  ¿Dónde? – pregunte y todos voltearon a verme – por lo que veo, quieres que hablemos a solas – me expliqué

-  En el bosque – dijo sonriente y yo asentí para luego dirigirme a la salida

-  Nos vemos en el inicio de la reserva, en medio de ambos territorios – susurre y me acerqué a Jake lo más lentamente posible, puse mi mano sobre su hombro y busqué sus ojos con los míos mientras mentalmente le decía – “también quisiera hablar contigo Jacob, nos vemos en el claro a la medianoche… claro eso si también quieres hablar” – y sin más salí corriendo de la casa de Jake

No sabía porque había hecho eso, es que simplemente Leah me sacaba de quicio, no había pretendido desafiarla ni mucho menos pero no iba a dejar me hablara así y mucho menos que le hable así al papá de de Jake por defenderme, eso no tenía sentido, simplemente carecía de él.

No supe ni cuánto tiempo había pasado cuando llegué al punto de encuentro, quería saber que era lo que Leah quería decirme, luego debía ir a cazar, ya llevo unas semanas sin hacerlo y la sed ya me está matando, no puedo creer lo irresponsable que puedo llegar a ser con ese tema, últimamente tengo mucha sed y no es posible que me descuide tanto… después de todo al ser mitad vampiro, soy un peligro – suspiro pesadamente alejando la sed de mi mente – luego de alimentarme debía ir al claro con la esperanza de que Jake asistiera y si no lo hacía simplemente… bueno la verdad es que no sé qué pasaría o que haría.

Me senté sobre un tronco de un árbol que no debía tener mucho tiempo de haberse caído, estaba viscoso y húmedo pero al correr por el bosque me había hecho un desastre en cuanto a limpieza se refiere así que no me importo en absoluto – tal vez debería ir a cambiarme al hotel antes de hablar con Jake – pensé en voz alta y luego suspiré

Los minutos pasaron y la noche se acercaba cada vez más ¿Cuánto tiempo  pensaría Leah que la esperaría? Suspire pesadamente y me puse en pie, yo no tenía el tiempo de Leah y además tenía otras cosas que hacer, ya me estaba preparando para correr de nuevo cuando un aullido se escuchó a lo lejos y la vez cerca, era un lobo en movimiento pero ¿sería Leah? De cualquier manera permanecí allí hasta que en los matorrales distinguí dos ojos humanos aunque mucho más grandes, se parecían a los de Jake pero no lo eran.

Unos cuantos sonidos se escucharon y en seguida salió a mi vista Leah con apenas un diminuto vestido cubriéndola y sin zapatos, tenía los ojos llorosos pero a la vez una rabia infinita se reflejaba en ellos, la observé detenidamente y me volvía sentar en el tronco, no tenía planeado pelear con ella, yo sólo vine a lo que ella me pidió… Hablar

-  Y bien – die mirándola una vez más - ¿de qué querías hablar? - fui al grano

-  ¿a qué viniste? – cuestionó con rabia de nuevo

-  Ya te dije que eso a ti no te incumbe

-  Viniste por él ¿verdad? – esta vez lo único que había en su voz era tristeza, levanté el rostro para mirarla, tenía los puños apretados y lágrimas caían de su rostro como si de cascadas se tratasen - ¡¿POR QUÉ?! – gritó - ¿por qué tú y tu familia se empeñan en traernos problemas? ¿Por qué se empeñan en dañar a Jake? – sollozó

-  Oye, mi familia y yo no queremos hacerles nada y en cuanto a Jake…

-  Oh! no me vengas con eso – me interrumpió, la rabia y las lágrimas hacían su voz apenas entendible – desde el día en que los Cullen llegaron los Quileutes hemos sufrido mucho y más aún desde que tu estúpida madre apareció para atormentar a Jake… - sus palabras me calaron hasta los huesos – ¡y luego tú! Jake está mucho mejor sin ustedes ¿Por qué no se largan de una buena vez? – gritó acercándose hacia mí

-  No te refieras así a mi madre!! – me enfurecí – y si tanto daño le hago a Jake solo debe decírmelo a la cara – lagrimas salieron de mis ojos al solo imaginarlo

-  Mira – empezó pero la interrumpí

-  ¿Sabes qué? Ya no importa, vine con una misión y la cumpliré no importa o que digas, acepte hablar contigo y lo hice pero no tengo porqué seguirte aguantando Leah – empecé a marcharme, aún debía ir a cazar 

-  Espera – me di la vuelta para verla – yo se que viniste por él, sé lo que te pasa – la miré extrañada – yo sé que vienes a recuperarlo, a quitármelo

-  ¿Cómo?

-  No intentes engañarme Renesmee, yo sé a qué has venido con solo verte – el dolor se reflejaba en su rostro cada vez más, lágrimas rodaban su rostro y se empezaban a distinguir leves convulsiones en su cuerpo anunciando que por tantas emociones entraría en  fase -  después de la muerte de Sam – sollozó - yo… yo me refugié en Jake – la mire inexpresiva – y yo… yo lo necesito!!

-  ¿qué? – no sabía que decir, yo sabía que Leah había estado enamorada de Sam pero no tenía planeado necesariamente el hablar con ella así que no practiqué un consuelo pero ¿Qué se suponía que hiciera? ¿tal vez abrazarla? ¿decir un lo siento?, no definitivamente no tenía idea que hacer y menos cuando sus últimas palabras se repetían en mi cabeza “yo me refugié en él” “yo lo necesito”  

Nunca me puse a pensar en eso, ¡NUNCA! Y a hasta ahora me doy cuenta de lo egoísta que soy, no puedo creerlo, pero cuando vine aquí yo no pensé en cómo afectaría a la vida de Jake, no pensé en su padre, o en su manada, o en su tribu y mucho menos en Leah (aunque de lo último no me siento tan culpable… hmm soy muy rencorosa debo admitir) pero ahora ¿Qué se supone que debo  hacer? Tal vez debería marcharme y dejarlo aquí, el ya tiene una vida una en donde yo no existo una en la que yo no tengo cabida, una vida sin mí… y muy a mi pesar una vida con Leah.
Definitivamente todo estaba mal, ya nada tenía ningún sentido, había huido de casa, había viajado kilómetros y kilómetros sin detenerme a pensar un minuto si quiera en lo que me encontraría aquí, o en cómo  afectaría mis decisiones a mi familia y a Jake. Nuevamente había solo pensado en mí. Había sido totalmente EGOISTA al igual que años atrás cuando no me importo nada excepto que Jake no se mantuvo a mi lado, cuando perdí  todo, cuando ni siquiera me esforcé en intentar comprender, como en cada momento en mi vida fui una vez más una total e imperdonable EGOÍSTA.
-  Lo necesito – volvió a susurrar – mierda quisiera no hacerlo pero lo necesito – sollozó

-  Yo…yo no sé qué decir – fui sincera – lamento lo de Sam  y en cuanto a Jake…. – ella levantó el rostro “mierda”  se la veía tan desecha, yo sabía que Leah era orgullosa y llorar en mi presencia para ella debía ser un golpe muy bajo “¿pero qué le decía? Yo no pensaba irme sin hablar con Jake y si él quería que me quedara a su lado… mierda! Por más egoísta que sea yo lo haría” – yo solo vine a ver como  estaba…ya sabes cometí errores y quiero discul…..

-  No lo que tú quieres es seguir cometiendo errores Renesmee,  tú y tu madre solo eso saben hacer, pensé que tal vez el querer tanto a Jake te haría entender que lo mejor para él era que te fueras pero no, eres igual que tu madre y no importa la magia que se les venga encima, ustedes solo piensan en sí mismas y ahora la historia se repite – dijo furiosa, ya no había tristeza en sus palabras – y ahora tú ¿a qué vampiro quieres engañar con Jake?

-  ¿De qué estás hablando Leah? – retrocedí, Jake siempre me dijo que me alejara de los lobos cuando sus emociones los dominen, así sea él

-  Oh no te hagas la tonta sanguijuela, anda dime ¿con que vampi1ro esta vez Jake hará el triangulo amoroso? Primero fue Edward y  ¿ahora? – “¿Edward? ¿Qué tenía que ver mi padre en esto? ¿y a qué se refería con triangulo amoroso?” - ¿es acaso con un Vulturi? Mierda! Tal vez incluso sea el mismo vampiro que mató a Sam

-  Cállate!! – me exalté y la rabia del momento solo consiguió despertar mis instintos, jamás había sentido tantas ganas de romperle el cuello a alguien – no tengo porque aguantar esto Leah – ella se carcajeó y mis ojos se oscurecieron por la sed dejando en claro que el vampiro en mi me estaba dominando, no podía verlo pero lo sentía…. Tengo que salir de aquí!– y sí, vine a recuperar a Jake – y sin más salí corriendo de ahí, sin importarme nada más que mis piernas moviéndose mientras tocan la húmeda tierra  y el aire golpeando mi cara, solo quería alejarme de ese lugar…

Una vez en el hotel, me metí a la ducha y dejé que el agua (como diría tía Rose) enjuagara mis problemas. Desgraciadamente a mi no me funcionó, las palabras de Leah rondaban en mi cabeza tratando de darles sentido pero nada funciono, todo era un revoltijo en mi cabeza hasta el punto en que esta me empezó a doler. Quizás debería haber cazado antes de venir al hotel… soy una tonta – hasta cuando Renesmee? – me auto recrimino en voz alta

Decidí salir de la ducha, me envolví en una toalla y me dirigí hacia mi maleta, saqué un pantalón de mesilla y una manga larga negra, posteriormente coloqué la ropa sobre la cama y me dispuse a peinar mi cabello, cuando este ya estaba casi totalmente peinado alguien llamó a la puerta provocando que me sobresalte. Fruncí el ceño extrañada por la repentina visita, eran las nueve de la noche y la verdad no esperaba a nadie, es más nadie sabía dónde estaba.

Me dirigí a la puerta y me dispuse a abrirla solo un poco, y fue cuando ese efluvio tan natural y conocido para mí…  Jacob. Pero más tarde en hacer aquello que mi visitante en abrir la puerta bruscamente en cuanto quité el seguro, para mi desgracia yo estaba detrás de la puerta y cuando esta se abrió me llevé un gran golpe en la frente.

-  Auch – me quejé mientras me llevaba la mano  la frente

-  Oh Renesmee – ouch “mi nombre completo” esto no iba a ser fácil - no quería herirte – la voz tierna y dulce que hacía mucho no escuchaba sonó a mi alrededor – déjame ver ¿te duele mucho? – su mano quitó la mía y su roce envió descargas a todo mi cuerpo, mi respiración se dificultó pero no creo que lo notara o al menos eso esperaba.

La cercanía de Jake me encantaba, siempre había sido así pero ahora yo no me podía permitir el abrasarlo o siquiera mirarlo a los ojos, simplemente no tenía cara para mirarlo a sus bellos ojos mientras él estaba preocupado por mi, simplemente no lo merecía…
Con la intensión de que no notara como me afectaba su cercanía y preocupación repentina, negué sin levantar la vista y me levanté cuidando que mi toalla no se cayera “¿es que no pudo esperar que me vistiera para tocar? El bien sabía con ayuda de su buen oído que yo había salido de la ducha”
-  Estoy bien, gracias – aseguré en cuanto noté la duda en su rostro

-  Bien – dijo secamente, su actitud cambió brutalmente, hace un minuto podía jurar que el tiempo que pasamos separados era un mal sueño y que todo seguía igual, pero ahora tenía esa mirada fría y calculadora, parecía más un Vulturi sin emociones que mi Jacob, realmente la expresión “cara de póker” se quedaba corta para describir su rostro, era como si… como si su brillo se hubiera perdido, sus ojos simplemente carecían de vida y eso solo hacía que por una extraña razón me doliera el pecho y sienta unas ganas enormes de abrazarlo y protegerlo - ¿Qué rayos le dijiste a Leah? – pregunto apretando los dientes y acercándoseme demasiado, automáticamente deje mis pensamientos de lado y por el susto di un paso  hacia atrás, aunque no sirvió de nada pues Jake se acercó aún más.

-  qué?  - logre articular ante su cercanía, esta no me ayudaba a concentrarme, y su enojo hacía que sus venas del cuello resaltaran dejándome ver, oler y oír su sangre circulando tan cerca de mí….

Maldije internamente, desde que Jake se había apartado de mi lado, mi necesidad de sangre había aumentado drásticamente, si antes cazaba 2 veces al mes ahora eran necesarias unas 5 veces y ni que se diga de la cantidad, dos ciervos se convirtieron en cuatro en cada viaje de cacería, y lo peor, lo que más nos torturaba a mí y a mi padre era que con cada caza que hacía, menos me podía controlar, en cierta forma era como una neófita… una a la cual hace exactamente un mes recién le había atraído la sangre humana.

-          Jake… debes… ale - jarte – pronuncié con dificultad y con los ojos cerrados tratando de concentrarme en mis palabras y no en su sangre
Maldije internamente porque los recuerdos de mi infancia en los cuales mordía a Jake y saboreaba su sangre que para mí olía tan bien a diferencia de lo que opinaba el resto de mi familia me estaban abordando y como si no fuera poco el olor, el recuerdo del increíble sabor también me abordaba, en ese entonces disfrutaba de las pequeñas gotas de sangre de Jake que emergían cuando lo mordía pero sabía bien que eso era lo único que me podía permitir, sabía que le haría daño… pero ahora mis instintos me pedían cazar para satisfacer mi sed y Jake estaba ahí… con su sangre atrayéndome, la cual hace años que no probaba pues ya no era una bebé…
DIABLOS!! Tenía que salir de ahí y rápido, tenía que alejarme de él antes de que haga una estupidez
-  NO! NO ME IRE HASTA QUE ME DIGAS QUE LE HICISTE A LEAH – me tomó por los hombros con más fuerza de la necesaria y levantó considerablemente la voz yo solo pensaba “que él nunca me había tratado así”

-  No entiendes… - intente explicarme pero me miraba con enojo lo cual solo me causaba dolor y borraba mi concentración, mis instintos me invitaban a morderlo, mis sentimientos a llorar y mi corazón se rompía cada vez más ante aquel encuentro de sentimientos

¿Cómo era posible que Jake despertara en mí la sed? ¿Cómo era posible que mi humanidad se perdiera? ¿Cómo  es que no me podía controlar? ¿Por qué?  ¿era por eso que Jake se había alejado de mí sin dar pelea por nuestra amistad? ¿era porque notó que yo era un monstruo más y que iba a ser un peligro? – nuevamente yo no encajaba en ningún sitio, una vez se lo había dicho a mi madre pero en ese entonces no había pensado cuan verdad podía ser aquello…
No era vampiro, tampoco humana y mucho  menos un lobo, sabia que habían híbridos como yo, Nahuel me había contado muchas cosas en los últimos años cuando venía de visita, pero el no era para nada como yo a la vez que era idéntico, era confuso, el se alimentaba de personas, yo no pero aún así su humanidad estaba intacta a diferencia de la mía que con cada día que pasaba la sentía írseme de las manos cada vez más…
-  Ness contéstame – dijo más calmado - ¿Qué pasó allá?

-  Alejate por favor – quite su agarre de mis hombros y pegué a la pared que estaba a mis espaldas

-  Renesmee no sé que le dijiste pero está mañ, muy mal, dime que pasó allá – levante la vista hacia él al notar su cercanía nuevamente y vi preocupación en su rostro - ¿te hizo algo? – pregunto acercando su mano a mi rostro mientras mi corazón latía desbocado, quería abrazarlo y quería morderlo, yo era un monstruo…
Empuje su mano alejándola de mí – aléjate – logré susurrar ya sin casi nada de control
-  Ness… tus ojos… ¡¡¿QUÉ TIENES?!! – rompió la distancia y sentí el calor que emanaba de él, con mucho esfuerzo llevé mi mano a mi garganta para tratar de hacerlo entender

-  Ten-go s-s-sed – tartamudee – ve-te por favor

-  ¿qué?... espera ¿hace cuanto que no cazas? – me levanto el rostro colocando su dedo en mi barbilla obligándome a mirarlo – tus ojos están negros – susurra y puedo jurar que lo dice como si le causara dolor – no lo creía posible, tus ojos achocolatados ahora son… negros – huye a mi mirada como si se avergonzara de solo verme - ¿Cuánto llevas sin beber… sangre? – cuestiona

-  3 semanas – me las arreglo para hablar

-  Y el que yo esté cerca… ¿te provoca más sed? – logré asentir aunque con vergüenza de admitir aquello y con miedo de que él se aleje permanentemente de mí – bien… entonces ven aquí – me tomó de los hombros y me haló hacia él dirigiendo mi boca hacia su cuello….

-  ¿Qué te está pasando por la mente Black? – hable como tres notas más agudas de lo normal por la sorpresa y molestia que me causaron sus actos – NO VOY A BEBER DE TI! QUIERO QUE TE ALEJES PORQUE ME CUESTA CONTROLARME Y TU ME HACES ESTO… PERO ¿QUÉ ES LO QUE TE PASA? – me exalto totalmente

-  Haber Renesmee, tienes sed ¿no? Y mi sangre te agrada, yo lo sé, soy un lobo y haré todo por proteger a los humanos, si no bebes de mí ahora atacaras a alguien así que con un demonio bebe de mí!!

-  NO LO HARÉ Y YA VETE!! – la garganta empieza a quemarme de nuevo y conozco la razón, cuando la sed se apodera de mí y los sentimientos se enlazan con mis instintos… lo peor de mí sale a flote y la verdad en ese instante ya no soy consciente de nada

Me siento en la cama luchando conmigo misma, necesito alimentarme, debo beber lo que sea para engañar unos minutos a mi cuerpo pero con Jake aquí todo se me hace confuso… Jake se me acerca con el rostro preocupado pero a la vez despreocupado, era como si se preocupara más de lo que yo pueda causar de lo en mí podía causar, eso me dolió, me dolió demasiado, respiré con dificultad claramente audible cuando Jake me tomó en brazos, su calor era reconfortante como a la vez era una tortura, me calmaba en un sentido pues me sentía en casa y me sentía fuerte, segura como solo mi lobo podía hacerme sentir, y a la vez me perturbaba pues yo solo quería acercarme a donde su sangre se notaba más cercana a mí a través de su piel…

Cuando logré incorporarme algo en sus brazos noté que el corría lo más rápido que podía sin parecer sobrenatural a través de las calles, la gente nos miraba y soltaba uno que otro alarido, baje la vista hacia mí y noté que yo seguía cubierta solo con una toalla y Jake solo traía sus jeans desgastados, esa no podía ser una buena imagen, parecíamos  dos locos salidos de un motel barato y que irónico de un lugar así habíamos salido.

Me aferré a Jake y sujete mejor la toalla, sentía en mi costado que estaba pegado a su pecho su corazón latir rápidamente y el mío no estaba muy diferente que digamos.

-  ¿Qué haces? – pregunté de forma apenas audible

-  No quieres beber de mí, entonces te llevaré de cacería - susurró – y  no, no podía esperar a que te cambies – respondió intuyendo mi pregunta

-  Gracias – susurro y trato de pensar en todo menos en su sangre que está tan cerca de mí en este momento

Llegamos al final de Forks, bueno más bien de la zona habitada, Jake empezó a aumentar la velocidad ya que no había nadie que pudiera observarnos, cuando ya estábamos adentrados en el bosque sugirió que lo montar en su forma lobuna diciendo que sería más rápido, pero deseché la idea rápidamente ya que al estar únicamente con una toalla definitivamente no era una opción.
-  Jake déjame aquí – le pedí y se frenó de golpe mirándome con curiosidad – falta bastante para encontrar animales y la verdad con mis instintos será más fácil pero no quiero que estés cerca por si acaso – me explico

-  No voy a dejarte aquí Ness… y ¿enserio no crees poder controlarte?

-  Jake no lo creo, sé que no podré controlarme así que déjame aquí

-  No es posible – dice rápidamente – no estamos lo suficientemente alejados de los humanos aún – se explica – y no puedo dejarte aquí así, podría haber muchas cosas aquí Ness – lo miro extrañamente – tu raza y la mía no es lo más peligroso que hay en el mundo y lo sabes

-  Pero ya no pue… - Jake me acomoda en sus brazos de tal forma que su cuello queda a disposición de mi boca y esta vez no puedo evitar acercarme a ese lugar donde su sangre palpita – bebe Ness, yo estaré bien – mis labios se acerca a su cuello y siento mis pupilas dilatarse y el cuerpo de Jake estremeciéndose en cuanto estos entran en contacto con su cuello

*******************************************
Lamento de verdad la tardanza y claro que puedo continuar con la historia XD, batalle bastante con el cap, mis ideas no se ponen de acuerdo pero ¿Cuándo lo han hecho? Bueno sin más que decir espero que les haya gustado y este domingo ya tendré el próximo cap con seguridad

domingo, 4 de septiembre de 2011

Enfrentando al Pasado



La vida me había dado tantas cosas, tanto amor y felicidad, todo cuanto pude pedir,  tenía mi familia que me consentía en todos los ámbitos posibles e imaginables… pero lo principal: lo tenía a él, a mi hermano, mi juguete, mi lobo, mi consuelo, mi amigo, mi felicidad, mi Jake…. Y recientemente tengo una definición más… mi vida.

Pero… cuan cierto es que uno no sabe lo que se tiene hasta que se lo pierde, el cruel destino me lo había arrebatado… no eso es mentira yo misma me lo había arrebatado, yo lo aleje por estupideces, yo fui egoísta, solo lo quería para mí y el simple hecho de que se fuera con Leah aquella tarde de mi cumpleaños me destruyó, enloquecí… y a su vuelta mi tristeza y dolor se habían disfrazado de rabia y odio hacia él, pero yo no lo sabía, y no fue hasta hace 2 meses que me enteré….

De haberlo sabido yo habría ido con él, lo hubiera apoyado, le hubiera dado todo en lugar de herirlo y pedirle que se marchara…. Pero no lo sabía, ni siquiera se me pasó por la mente que Sam…. había muerto en las vísperas de mi cumpleaños.

Mi padre, mi familia, todos me lo habían ocultado, según ellos a petición de Jake, siempre cuestione lo verídico de aquel asunto pero… de haberlo sabido yo… yo no, el estaría aquí conmigo.

Hoy me encuentro retornando a Forks, eh tomado 3 aviones para despistar a mi familia, “UN NUEVO COMIENZO LEJOS DEL DOLOR” era lo único que dejé escrito en un papel sobre mi almohada, seguramente recién lo abrían encontrado hace 1 hora, dado que todos estaban de cacería cuando me fui.

Me eh pasado  llorando todo el viaje y no es para menos, deje todo atrás por Jake sin embargo no me arrepiento, ni siquiera un poco pero… si Jake me rechaza y me aleja de sí no lo culparía y si eso pasaba yo me condenaría a estar sin él y sin mi familia, porque yo aleje la felicidad de mi vida y sin Jake yo no la quería.

-----------------------------------------------------------------------

El avión aterrizo en Port Angeles, pedí indicaciones y tomé un vehículo que me llevara a Forks, en el camino solo pensé en un lugar para quedarme, de seguro no sería la Mansión Cullen, ni tampoco donde mi abuelo Charlie, eso sería demasiado obvio, lo único que se me ocurría era la reservación pero  ¿Quién me querría ahí?... nadie, sencillamente nadie…

Al final me decidí a ir un hotel, sería algo que nadie esperaría que yo hiciera, o al menos eso creo. Me hospedé en el hotel más cercano a la reservación con la esperanza de que el olor a lobo cubriera mi aroma, el hotel no estaba mal, bueno no mal para mí pero terrible para Alice y Rosalie… mi tía Rosalie, a ella sería a quien más echaría de menos, sabía que ella estaría muy molesta conmigo en estos momentos pero tengo la esperanza de que me perdone por dejarla yendo en busca de su “querido Jacob” – sonrío ante el recuerdo de sus incontables peleas conmigo  en el centro.

Me recuesto en la cama quiero dormir un instante, pero al cerrar mis ojos solo lo veo a él con la tristeza desbordando por sus ojos y es que el día en que se marchó todo fue tan… confuso… sí esa es la definición exacta, aquel día había empezado bien, era mi sexto cumpleaños, ya aparentaba para entonces los 15 años, ese día estaba tan feliz, y no solo por tener a toda mi familia conmigo en ese día sino porque apenas hace dos semanas Jake y yo nos habíamos jurado eterna compañía y desde entonces me había sentido completa, pero todo cambió cuando Leah llegó…

>> Jake y yo la vimos ingresar a la fiesta en total desnudez y el rostro de Jake se encogió automáticamente.

-  Ness, ve con tu tía un momento, debo hablar con Leah – me pidió y sin esperar una respuesta de mi parte se dirigió hacia ella mientras se sacaba su chaqueta para después ofrecérsela

Debí hacer lo que él me dijo pero mi curiosidad era tan grande que me escondí para poder ver lo que pasaba – Leah se colocó la chaqueta y se cubrió como pudo, Jake la miraba a los ojos mientras rodeaba su rostro con las manos, lagrimas caían de los ojos de Leah y fue entonces que mi mundo acabó, Jake la abrazaba y Leah lloraba en su pecho.

Mi corazón empezó a doler, instintivamente me llevé la mano al pecho al tiempo que sentía una mano en el hombro, mi padre me había atrapado espiando a Jake, el me sonrió y dijo que Jake vendría dentro de un rato. 

La verdad es que no entendía muy bien estos sentimientos que estaban emergiendo “adolescencia vampírica” era como tía Rose se refería a mis cambios de ánimo.

Mi padre me llevó adentro de nuestra casa, en ella estaba toda mi familia reunida al igual que algunos amigos que habían asistido, mi padre me dejó ahí y se marchó, mi madre por otro lado me estrechó entre sus brazos al notar mi estado y no se separo de mi, Alice y Nahuel insistieron en bailar, accedí a regañadientes, al pasar 3 canciones le pedí a Nahuel un descanso, el accedió y Alice aprovecho el tiempo con la presentación de los regalos, habían cosas interesantes, creo, la verdad es que mi cabeza y espíritu estaban con Jake, los regalos se acabaron y yo seguía ausente… fue cuando entonces mi padre entro en la habitación con el rostro compungido.

-  ¿Dónde está Jake? – pregunta mi madre ganándome en realizar esa pregunta

-  El… se fue… - dice mirándome únicamente a mí

-  ¿qué? ¿paso algo? ¿el está bien? ¿por qué se fue? – empiezo a preguntar tratándome de explicar su ausencia

-  Renesmee… el… tuvo que irse con Leah – fuel su simple respuesta

-  ¿qué? ¿por qué? ¿por qué con ella? ¿por qué en mi cumpleaños? – no pude evitar que las lagrimas bañaran mi rostro

-  El te lo explicara cuando vuelva – había dicho mi padre con reproche. <<

“Una lagrima recorre mi mejilla ante el recuerdo, ese día todo cambio ese día mi corazón se obscureció, ese día inicio el error…”

>>Mi padre había dicho que Jake me explicaría todo cuando llegara, y de verdad que yo esperaba su regreso pero nunca volvió, pasé días enteros sentada en la entrada soñando con un día sentir su efluvio y correr a sus brazos para recibirlo, pero el no volvió y mis esperanzas se extinguieron.

Pasó un mes, yo llegaba de la escuela y lo sentí el estaba en casa, pero no estaba solo, Leah estaba con él, mi corazón se encogió pero no fue tristeza sino rabia lo que lo causó, llegué a su encuentro y lo vi, estaba tan radiante como siempre excepto por un detalle, aquella sonrisa que siempre acompañaba a “mi Jake” había desaparecido, ese día se parecía más a mi padre más que a mi tío Emmet y eso no podía ser posible.

-  Renesmee te ha echado mucho de menos – dijo mi padre

-  Me lo imaginaba – dijo Jake como si hablara del clima y no de mí

-  Tendrá que acostumbrarse a tu ausencia, tienes un deber conmigo y con la manada, por no mencionar la tribu – dijo Leah con rabia

Edward la fulmino con la mirada provocando que se encoja, ante lo cual Jacob gruño audiblemente.

-  No te preocupes papá –interrumpí – y tu tampoco Leah, ya me acostumbre a que él no esté así que tranquila – mire a Jake cuyo rostro mostraba una tristeza de repente – por mí que se vaya y no vuelva si quiere . dije y empecé a caminar a la casa

Una mano sujeto la mía con fuerza impidiéndome el paso, me voltee y vi a un Jake que hasta entonces desconocía, su rostro era sombrío, sus ojos habían perdido todo el brillo que antes poseían, y solo expresaban una infinita tristeza.

-  Ness – “Renesmee” le corregí con mi don y automáticamente una mueca de dolor se dibujo en su rostro – Renesmee ¿puedo hablar contigo? – pregunto de forma apenas audible.

Miré a Edward y este asintió y se llevó a Leah de allí, Jake seguía sin soltarme de modo que yo intente zafarla pero el no me dejó y al contrario me estrecho contra él, yo no entendía que le pasaba, no entendía el porqué se había ido en mi cumpleaños, no entendía porque se fue con Leah, no entendía porque no había vuelto hasta hoy, no entendía su cambio, y no entendía las palabras de Leah… lágrimas bañaron mi rostro y le devolví el abrazo y le transmití todo el dolor y la incertidumbre que albergaba en mi pecho, sollozos se escucharon brotar de su pecho y del mío, era la primera vez que lo veía así de triste y débil y eso me hacía sentir un hueco en el corazón, me hacía sentir impotente y ya no podía más, necesitaba respuestas y se las pedí a través de mi don, pero el negaba con la cabeza, yo sabía que el pensaba que yo no entendería porque a pesar d3 aparentar tener 15 o 16 años el me sigue viendo con mi edad biológica pero soy mucho más que eso, mucho más.

“Dime” – exigí mentalmente

-  Debo irme Ness, volveré lo prometo pero por ahora debo irme - beso mi frente y empezó a alejarse.

Mi corazón empezó a latir de forma más lenta, mis sentimientos se encendieron y el odio y el rencor se apoderó de mí.

-  Jacob Black, si te vas ahora sin explicarme nada – el volteo a verme – no te molestes en volver – siguió caminando – bien!!! No te quiero volver a ver nunca! – grité y corrí a mi habitación lo más rápido que pude mientras mis lágrimas se deprendían de mis ojos y rodaban  por mi rostro<<

Me siento de golpe, ya no quiero recordar, me prometí que ya no viviría en el pasado, que arreglaría mi futuro y eso haré, debo pedirle perdón a Jake, debo ir y confesarle mis sentimientos, esos sentimientos que mi abuela Esmee me ayudó a identificar como amor…

Si, yo amaba a Jacob, por eso los celos, por eso fue todo pero vaya forma de demostrarlo, debo ir y decirle que lo amo y que si me lo permite le daría toda mi vida, pero primero debía asegurarme de encontrarlo y de explicarle todo… y ya no podía esperar ni un momento más.

Me levanté de la cama y empecé a hurguetear mi maleta en busca de ropa, me decidí por un short, unas zapatillas negras y una musculosa igualmente negra, me arregle un poco el cabello y salí corriendo del Hotel.

Una vez afuera decidí que el adquirir un auto y conseguir un mapa era indispensable, me dirigí a la primera venta de autos que encontré y me adueñé de un Geep parecido al del tío Emmet, conduje y conduje hasta que empecé a reconocer algunos puntos claves, llegué a la entrada de la reservación y aspiré profundamente el olor de este lugar, aparqué el auto y decidí seguir a pie, distinguí el abundante olor a lobo en el ambiente, busque el olor característico de mi Jake, a hojas secas y lluvia, no me fue difícil, el olor era reciente, me adentré en el bosque y empecé a seguir su rastro, corrí y corrí siguiendo la pista, el olor cada vez era más fuerte, estaba cerca, muy cerca.

Un crujido de ramas y cuatro pisadas siguiéndome hicieron que me detuviera, alguien me seguía, para ser más exactos un lobo me seguía, me detuve esperando que apareciera mientras trataba de identificar ese aroma a eucalipto y barro, nada, no reconocía el olor.

De pronto estaba de espaldas al piso con un lobo color arena sobre mí, unos colmillos se mostraron intimidantes adornando su boca, ¿Quién era? Me parecía familiar, solo esperaba que yo también le pareciera familiar a él, de lo contrario podía darme por muerta si decidía no  creerme.

Tan rápido como me tacaco se fue y se escondió tras de un árbol – suspiré, si me había reconocido – un chico con ojos rasgados salió de detrás del árbol, sus facciones eran infantiles y a la vez varoniles, ladee el rostro tratando de reconocer esos ojos tan familiares.

-  ¿Nessie?

-  ¿Seth?  - su voz me había dado la pieza faltante, si que había crecido.

-  Nessie!! – Seth me estrechó en sus brazos y yo también lo abracé - ¿Cómo has estado? – preguntó separándose de mí – esta si es una sorpresa, Jake… - su rostro se ensombreció y no dijo nada más

-  Estoy bien y sí es algo  así como una sorpresa  y… ¿Dónde está Jake? – inquirí

-  ¿Por qué tardaste tanto Ness? – pregunto muy triste – de mi hermano… ya no queda nada, es alguien muy diferente ahora – suspiro – a veces ni lo reconosco

-  ¿de qué hablas?

-  Cuando volvió con Leah después de visitarte el… no era el mismo, era como si hubiera dejado su humanidad contigo, la manada lo empezó a llamar el Alfa Frío, si ofender – se encogió de hombros – creíamos que ya no volveríamos a verte, vimos en la mente de Jake… - hice un gesto para que no siguiera

-  Lo lamento pero… es complicado – miré el bosque, no podía ver a Seth a los ojos sabiendo que él sabía lo cruel que era yo - ¿puedes llevarme a verlo?

-  No sé si sea buena idea

-  Por favor necesito verlo, yo… lo echo mucho  de menos

-  Sígueme – un lobo apareció frente a mí y emprendió la carrera a una velocidad que yo pudiera seguirlo.

Corrimos unos cuantos minutos antes de que la bulla de la población Quileute llegara mis oídos, nos detuvimos aún escondidos entre los matorrales y Seth me indico con un movimiento de hocico la casa de Jake, tragué en seco y luego me volví a acariciar el lomo de Seth como agradecimiento.

Salí de los matorrales y me dirigí directamente a la casa de Jake, directo al grano como dirían, respiré profundamente tratando de pensar exactamente qué es lo que le diría.
Quería disculparme, quería que me diera otra oportunidad y quería que cumpliera su palabra respecto a mirar el siguiente eclipse conmigo.

Me decidí a tocar la puerta, no esperé mucho para que esta se abriera mostrando  un hombre en una silla de ruedas, cuyos ojos se agrandaron al verme.

-  Nessie – susurro de manera apenas audible

-  Billy – dije y sin más lo abracé y lloré, no me había puesto a pensar que este hombre tan bondadoso y que yo quería tanto también me odiaría y eso me dolía mucho, sus brazos me abrazaron como pudieron y unos sollozos de su parte también se escucharon, me aferré aún más fuerte a él y así estuvimos unos eternos minutos hasta que él masculló:

-  Gracias a Dios… gracias – se separo de mí – solo tú puedes traer a Jacob de vuelta

-  ¿eh?

-  El ya no es el mismo, no desde que se separaron – la expresión de Billy irradiaba tristeza – pero volviste y es lo importante – me sonrió

-  Yo lo siento, yo  no debí

-  Shh no tienes que disculparte conmigo, es más ni con él deberías disculparte, el también tiene la culpa de lo que pasó

-  ¿Dónde está?

-  Con Leah – Ouh eso si dolió – no tardan en llegar, pasa ponte cómoda hija, iré a preparar algo a la cocina

-  No te molestes Billy, si tienes hambre yo puedo prepararte huevos con tocino, que yo me acuerde te encanta eso – el sonrió y dio unos golpes a su estomago

-  El y yo – señalo su vientre – te lo agradeceríamos – le sonreí y sin más me dirigí hacia la cocina.

Una vez en ella dejé  que algunas lágrimas bañaran mi rostro… no estaba preparada para verlo y menos para verlo con Leah, no yo no era tan fuerte, pero Billy se había emocionado y no podía fallarle, yo debía hacerle frente a este nuevo Jacob del que todos hablaban, debía hacerle frente a mi pasado y a mi presente y si jugaba bien mis cartas todo saldría bien.

Me lavé mi rostro en el lavabo y empecé a fritar los huevos y el tocino que primeramente saqué de la heladera, le coloqué algunas especias que mi abuela Esmee siempre utilizaba, sin darme cuenta había preparado 3 platos ya y estaba en el cuarto, claro hice esto pensando en Jake y Leah por supuesto… faltaba solo unos segundos para que se terminara de cocer el tocino cuando l voz que tanto temí escuchar se oyó en la sala.

-  Papá, ya volvimos – anuncio Jake

-  Oh, ya veo – dijo un incomodo Billy

-  Tu casa apesta a mujer – señalo la voz de la inconfundible Leah

-  Es imposible, desde hace 2 años eres la única mujer que pisa esta casa – aseguro Jake aunque escuché claramente que olfateaba el ambiente – huele a ¿Seth?  - preguntó confundido – y a tocino

-  Debe ser mi madre entonces - sugirió Leah

-  Leah… debes irte – pidió Billy – necesito hablar asolas con… - dejé caer la espátula y sote un pequeño chillido

-  ¡¿Quién es?! – pregunto una enfadada Leah y escuche a Billy pidiéndole que no se acercara pero sus pasos cada vez se acercaban hasta que la ví frente a mí, sus pupilas se dilataron y me enseño los dientes

-  Nessie? – no me di cuenta de que Jake también se había parado en la puerta de la cocina, sus ojos negros, me pedí en ellos y fue como si nadie excepto los 2 estuviéramos aquí, todo lo demás desapareció a mi alrededor

martes, 12 de julio de 2011

Pefacio

La luna se iba volviendo roja y negra poco a poco sobre nosotros, este era el primer eclipse que presenciaba.
- ¿de veras nunca habías visto uno? – pregunta Jake que esta mirando a mi lado
- bueno…  si, veras, tu siempre me hablabas de la luna, las leyendas y los eclipses cuando era pequeña, y me hice una promesa – comento mientras me hecho con la cabeza apoyada en el regazo de Jake.
- y ¿Cuál fue esa promesa? – acaricia mi frente con su mano y me mira penetrantemente con aquellos ojos oscuros y capaces de robar mi alma
- que el primer eclipse que presenciara sería contigo – digo sintiendo como el rubor quiere bañar mis mejillas, el sonríe y mira al cielo – y hasta hoy tengo esa oportunidad, en los anteriores que pude haber presenciado o tú estabas de guardia con la manada o yo estaba de viaje con mis padres  - explico brevemente
- es hermoso – me incorporo al notar que ya falta poco para que el eclipse se compete y la luna quede totalmente en tinieblas
- no tanto como tú – dice Jake, a lo  que respondo dándole un puño en su hombro
- ya basta no? – le digo con reproche – siempre molestas Jake – me rio
- quien molesta pequeña, yo solo digo la verdad – dice poniéndose serio y mirándome fijamente, se acerca aún más a mi provocando que mi corazón lata desbocadamente y es que últimamente cada vez que miro a Jake ocurre lo mismo, sentimientos que nunca antes pensé que sentiría alguna vez están surgiendo y la verdad es que me tienen confundida.
- eres hermosa siempre lo has sido, desde la primera vez que te vi hasta hoy – sonríe tiernamente y luego mira al cielo, lo imito en el gesto y contemplo el eclipse en su cenit, abrazo a Jake por la cintura y él me estrecha con sus brazos.
- prométeme algo – pido de repente
- lo que quieras Ness
- prométeme que siempre estaremos juntos así como hoy y que nada malo va a pasarte – levanto mi mano estirando el meñique queriendo hacer el juramento que él me enseño de pequeña
- esa promesa ya te la hice hace 2 años – sonríe – fue esa vez que me enferme y no te apartaste de mi lado hasta que sané de ese simple resfriado, mejor… tu hazme una promesa a mí
- está bien siempre y cuando cumplas la que me hiciste hace dos años—respondo sonriente
- si bueno es más o menos una condición para poder cumplir mí promesa – asiento esperando el trato – prométeme que siempre estarás conmigo y que nunca me pedirás que me aparte de tu lado, aún cuando yo sea solo un espectador en tu vida, prométeme que me dejaras serlo.
- Jake yo nunca haría eso, y nunca serás solo un espectador – respondo frunciendo el ceño – eres…
- solo promételo – me interrumpe y me estrecha en sus brazos
- Lo promete Jake – digo correspondiendo su abrazo – pero promete que verás el próximo eclipse conmigo
- si mi niña lo prometo… y ese día renovaremos la promesa – se ríe
- ¿a qué te refieres? – pregunto curiosa
- shh lo sabrás ese día – responde Jake
---------------------------------------------------------
Hoy han pasado 3 desde eso, y esa promesa sigue marcada en mi corazón, pero algo ha cambiado drásticamente desde aquellos días y eso es que Jake ya no me habla desde hace 2 años, no he sabido más de él desde entonces, pero aquellos sentimientos que emergían por aquellos días se han intensificado a  pesar de todo y ahora… un eclipse se aproxima…